Después de casi 2 años, el pasado sábado 7 de agosto más 50 agentes pastorales de la parroquia Nuestra Señora del Tránsito de Molina se volvieron a reunir de forma presencial.
El padre Mauricio Jacques, párroco de Molina, indicó que el encuentro inició a eso de las 10:00 horas y fue un momento muy emocionante en donde asistieron personas de distintos grupos y comunidades pertenecientes a la parroquia.
“Pensábamos que iban a llegar menos, de verdad que fue muy emocionante el reencuentro entre los agentes pastorales, había mucha emoción, gente que se abrazaba al saludarse, lloraban de la emoción de volver a encontrarnos. Teníamos todo planeado para hacerlo en el salón, pero tuvimos que hacer todo el encuentro en el templo parroquial por el resguardo y la prevención”.
La reunión empezó con una oración, luego se realizó la adoración al Santísimo con la colaboración del padre Jaime Echeverría y un desayuno en comunidad. Posteriormente, el Consejo Parroquial de Molina inició el proceso de escucha para la Asamblea Eclesial Latinoamericana y del Caribe, otro de los motivos de este encuentro.
“Trabajamos en eso, dimos a conocer lo que la Iglesia nos estaba pidiendo y luego hubo un encuentro fraterno de diálogo, de saber cómo estábamos, cómo habíamos vivido este tiempo de pandemia y cuáles eran las proyecciones pastorales a seguir en las distintas comunidades del campo y también en los distintos grupos pastorales de la parroquia. Terminamos alrededor de la 13:00 horas y fue un emotivo reencuentro con muchos agentes pastorales, lo necesitábamos de verdad”, agregó el párroco.
Como Consejo Parroquial también hicieron recuerdo de otros agentes pastorales que a raíz del Covid-19 partieron a la casa del Señor, y reconocieron el valor de los medios digitales en el tiempo de pandemia, sin embargo, el poder verse, reencontrarse siempre tiene una valoración más especial, así lo aseveró el padre Mauricio Jacques.
“Sin duda echaban de menos el afecto, el encontrarse, el mirarse las caras, el recibir la comunión que para ellos era muy necesario, y de verdad fue un encuentro desde la fraternidad, la fe, la espiritualidad y el cariño, en Molina somos una familia”.
La actividad culminó con la celebración de la Eucaristía, y además se informó que como ya Molina se encuentra en fase 4 las actividades de los diferentes grupos pastorales se empezarán a retomar de forma progresiva.