Desde el viernes 13 hasta el domingo 15 de enero, se reunieron los ministros enviados de Curicó Ciudad, Curicó Rural y Costa, para tener su tradicional jornada a inicio de año.
Juan Reyes, ministro enviado de la parroquia Jesús Obrero y coordinador de los ministros de Curicó, informó que esta jornada no se realizaba desde hace dos años por el tema de la pandemia y se llevó a cabo en la Casa de Ejercicios de Vilches, donde asistieron 30 ministros con sus esposas.
Sobre las actividades, Juan Reyes comentó que muchos de los ministros se fueron desde el jueves 12, para iniciar la jornada desde el viernes 13 de enero bien temprano.
“La mayoría subimos el día jueves para comenzar a primera hora del viernes, que fue guiado por el padre Pablo Gajardo y basado en el libro de Jonás. El sábado con la compañía del padre Pablo y de nuestro presbítero encargado del ministerio en la diócesis, el padre Osvaldo Navarrete, hicimos una revisión exhaustiva del directorio que rige el actuar de los ministros, tantos los fundamentos teológicos, como las orientaciones para el servicio y la vida de los ministros enviados. Se hicieron numerosas propuestas necesarias para actualizar este directorio al tiempo presente que nos toca vivir. El domingo nos acompañó nuestro obispo con el cuál analizamos la sociedad actual y visualizamos la Iglesia que debiéramos ser”.
La jornada de los ministros de Curicó y Costa, finalizó el domingo 15 de enero, con una Eucaristía junto a la comunidad de Vilches y luego con un almuerzo fraterno, en compañía del Obispo Galo Fernández.
Por otra parte, los ministros de Talca Ciudad y Talca Rural, vivieron su jornada este fin de semana, desde el viernes 20 hasta el domingo 22 de enero, de igual forma en la casa de ejercicios de Vilches.
Mario Salinas, coordinador de los ministros de Talca, aseveró que en esta jornada los acompañó el viernes el padre Rodrigo Molina, y el sábado el padre José Ignacio Fernández, con quien trabajaron la función de los ministros enviados, culminando de igual forma el domingo con el obispo Galo Fernández.