Numerosos representantes de colegios católicos o de inspiración católica se dieron cita en la ceremonia de bendición del año escolar 2024, la que tuvo lugar en la parroquia Inmaculada Concepción de Talca, en la mañana del martes 9 de abril.
El acto comenzó con la entrada del cirio pascual encendido, como signo de la presencia de Cristo resucitado, el que fue llevado por el padre Carlos Letelier, Vicario de Educación, junto a alumnos de distintos centros educativos.
Tras la presentación de la sagrada biblia y la normativa vigente de educación, hizo uso de la palabra Pilar Zúñiga, directora del Colegio Manuel Larraín, dando la bienvenida a todos los presentes y valorando que esta inauguración del año escolar se desarrollara en un templo, casa de Dios.
“Quienes trabajamos en instituciones católicas, especialmente formadoras, y tenemos la gran responsabilidad de gestionar la organización de estas instituciones, debemos esforzarnos en plasmar los valores cristianos en nuestros proyectos educativos y hacerlos vida en cada una de nuestras aulas, y en el día a día de cada una de nuestras comunidades educativas. Es hermoso formar jóvenes a la luz del evangelio”, expresó Pilar Zúñiga.
Luego, el padre Carlos Letelier leyó un pasaje del evangelio y el obispo Galo Fernández Villaseca entregó su mensaje aseverando que “la educación no puede ser un privilegio de unos pocos, la educación la concebimos como un derecho porque es fundamental para poder desplegar la vida de cada uno”.
“La educación de calidad no es solo la centrada en el adquirir conocimiento, sino en adquirir una visión que nos permita vivir. Adquirir valores que nos permitan compartir unos con otros, aprender a conocerse uno mismo y descubrir la propia vocación para ponernos al servicio de un mundo mejor”.
Mons. Fernández también destacó que este acto se realice en tiempo pascual: “El texto que hemos escuchado me encanta por esta cercanía de Jesús inmerso en la vida cotidiana. Pienso en Jesús como un auténtico educador ya que se interesa por la vida de los apóstoles que van en la barca (…) después de escucharlos el Señor los orienta. Me gusta pensar en la educación como un proceso de diálogo, de atención correcta a la vida de las personas y de ofrecer caminos que nos ayuden a crecer”.
Tras esto, representantes del Liceo Santa Marta hicieron entrega al Liceo Luis Rutten del Libro peregrino, en el que se va plasmando el trabajo educativo pastoral de los colegios. También hubo una presentación artística con el coro del Colegio Manuel Larraín con jóvenes del taller de danza, quienes interpretaron la canción Aleluya.
Esta actividad culminó con la bendición a todas las delegaciones presentes por parte del obispo de Talca. Cabe mencionar que la bendición en su versión del presente año fue organizada por el Colegio Manuel Larraín de Talca, con el apoyo de la Vicaría de Educación de nuestra diócesis.