Con una celebración de acción de gracias, el sábado 10 de agosto los diáconos permanentes de nuestra diócesis celebrarán su día, con ocasión de la fiesta de San Lorenzo, patrono de los diáconos.
La eucaristía tendrá lugar en la catedral de Talca el próximo 10 de agosto, a contar de las 12:00 horas, siendo presidida por nuestro obispo Mons. Galo Fernández Villaseca.
Claudio Morales, coordinador de los diáconos de la Zona Talca, mencionó que la celebración por San Lorenzo “es una invitación a que todos podamos tener un momento de reflexión, de oración y de acción de gracias. Y también ocasión de poder compartir nuestra vida a través de un encuentro de fraternidad”.
“Es por lo que el sábado 10 de agosto tendremos la misa presidida por nuestro pastor el padre Galo Fernández, para que todos los que nos quieran acompañar puedan asistir, en especial nuestras familias y todas las personas de nuestras parroquias y comunidades. Esperamos contar con la presencia de todos ellos para dar gracias por el diaconado que hemos recibido, orando al Señor por las vocaciones diaconales”, dijo Claudio Morales.
Posteriormente, los diáconos junto a sus esposas compartirán un almuerzo en la casa de ejercicios Regina Pacis.
Martirio de San Lorenzo
San Lorenzo estuvo entre los siete diáconos que ayudaron al Papa Sixto II en su administración de la Iglesia Romana (cf. Hechos 6:1-6). El Papa reconoció la inocencia de Lorenzo y, a pesar de su corta edad (alrededor de los 30), lo eligió como uno de sus siete diáconos. Incluso lo nombró su asistente principal, el archidiácono de Roma.
Cuando las autoridades romanas capturaron y mataron al Papa Sixto II y a los otros seis diáconos, San Lorenzo se quedó para administrar lo que quedaba. Fue hecho prisionero y se le dijo que recogiera los "tesoros de la Iglesia". En lugar de oro y plata, presentó a los pobres a quienes había distribuido los cálices, patenas y otros vasos del altar. Enojado, se dice que el prefecto romano torturó a Lorenzo encadenándolo a una parrilla y asándolo sobre ella. Después de que el mártir hubo sufrido el dolor durante mucho tiempo, la tradición dice que hizo su famoso comentario: “Ya estoy asado de este lado. ¡Dame la vuelta!". Todo esto en el año 258.