Miles de fieles y agentes pastorales participaron con mucho entusiasmo en el Encuentro Diocesano, que en esta ocasión de camino a nuestros 100 años tuvo como lema “María misionera, enséñanos a orar”.
Desde temprano los peregrinos arribaron al Colegio Manuel Larraín y al Liceo Santa Marta de Talca para tomar té, café y comer un sándwich. Paralelo a ello el grupo My-Sion estaba junto a los integrantes de la Pastoral Juvenil animando con canciones y oración a las parroquias y comunidades que poco a poco se congregaban en la plaza Arturo Prat.
Cerca de las 10:30 horas comenzó la procesión con la imagen de la Santísima Virgen, recordando que el 15 de Agosto es la solemnidad de la Asunción de María al cielo. Las calles del sector oriente de Talca se llenaron de colorido, cantos y mucho ánimo. Todo este momento fue animado por la Zona Curicó. La procesión llegó hasta el recinto del Gimnasio Regional, donde había un lugar dedicado para el sacramento del perdón; además de diversos estands con artículos religiosos, comestibles y de instituciones educativas.
Los fieles ocuparon todo el gimnasio, convirtiendo este evento religioso en una gran fiesta gracias a las canciones del grupo Shabaj (Voces de Júbilo). Con ocasión de celebrarse también el día de la vida religiosa y consagrada se presentaron por medio de videos los saludos de las hermanas Trapenses de Quilvo y las Carmelitas Descalzas de Talca, quienes por estar en claustro no pueden estar físicamente en el Encuentro Diocesano. Otro momento significativo fue una presentación por medio de la danza, de estudiantes del Colegio Manuel Larraín de Talca.
Seguidamente comenzó la celebración eucarística. La procesión de entrada fue presidida por la imagen de la Virgen, la que fue colocada en un costado. Ministros y ministras enviados, diáconos, sacerdotes y el obispo de Talca, Mons. Galo Fernández, completaron la procesión.
100 años de caminar misionero
Tras las lecturas, el obispo Galo Fernández hizo mención que este 2024 el Papa Francisco nos ha llamado a un año para cultivar la oración: “Nosotros peregrinos le pedimos a María: enséñanos a orar (…) María nos ha dejado a Jesús para que caminemos con él. El evangelio nos cuenta el caminar presuroso de María para visitar a su prima Isabel, va a acompañarla y a compartir. Me gusta pensar que es esa la primera actitud de la fe, salir al encuentro de los que caminan en la misma ruta”.
“La Iglesia es comunidad, es encuentro. El seguimiento de Jesús no se realiza de forma privada o ensimismada, algo tan terriblemente propio de la cultura en que vivimos. La fe nos abre al encuentro de todos, por eso nos reunimos y celebramos la comunión diocesana”.
“Desde hoy empezamos a celebrar nuestro centenario. En estricto rigor nuestra diócesis fue fundada el 18 de octubre de 1925, pero esta es nuestra fiesta grande. Y desde aquí nos queremos lanzar a un año que quiere estar marcado por la gratitud y la renovación de nuestro caminar misionero”, mencionó el padre Galo.
El pastor diocesano enfatizó que no estamos en la Iglesia para vanagloria propia, “sino para ponernos estar al servicio del mundo peregrino en la Región del Maule, porque en un mundo sin Dios tendemos a vivir en competencia. Por eso tenemos un tesoro que compartir, el tesoro del amor de Dios. Por eso esta Iglesia quiere estar volcada a la misión, al servicio de este tiempo”.
Una Iglesia que es comunión
Durante el momento del ofertorio se llevó al altar una canasta de alimentos con lo reunido por los peregrinos que llegaron a este Encuentro Diocesano; una frazada de lana de oveja de la Zona Talca Rural; frutas y verduras de la Zona Curicó Rural; una red de pesca de la Zona Costa; tortas y pasteles de la Zona Curicó Ciudad; un árbol nativo de la Zona Talca Ciudad; junto al pan y el vino.
Un emotivo momento se vivió cuando un grupo de niños y jóvenes portaron palomas blancas de papel, como un deseo por la paz tan necesaria en nuestro mundo, aunado a un fuerte llamado a cuidar nuestra naturaleza.
Después de la comunión se llamó a pasar adelante a todos los religiosas y religiosas, oportunidad en que se pidió a Jesús fortalecer su vocación para seguir acompañando al pueblo de Dios en diversos ambientes y lugares.
Para hacer énfasis en el centenario de la Diócesis de Talca se colocaron grandes números y letras de los 100 Años, destacando que todos somos parte de esta historia y que hay piezas que nos unen e integran. En este mismo sentido, por primera vez se leyó la Oración del Centenario, que cada persona recibió al ingresar al gimnasio. Asimismo, el libro “Historia de fe de una Iglesia misionera al servicio del Reino”, que peregrina por nuestras zonas pastorales con ocasión del centenario, fue traspasado del Colegio Manuel Larraín al Liceo Santa Marta de Talca.
Esta gran celebración culminó con la bendición y con la certeza que nos volveremos a reunir el 2025 para festejar en grande nuestros 100 Años.
