Desde las 15:00 horas, fieles de las parroquias de Talca Ciudad se congregaron frente a la plaza La Loba, en la 11 oriente, para iniciar la procesión con nuestra Madre la Virgen del Carmen, que recorrió el centro de la ciudad.
Una hermosa procesión que transitó toda la 1 Sur, donde las parroquias mostraron sus pancartas mientras le rezaban a la patrona de Chile en este último domingo del mes de la Patria, y los huasos a caballo llamaban la atención de las familias en el camino, así se llegó junto a nuestro obispo, monseñor Galo Fernández, sacerdotes, ministros, diáconos, al templo catedral de Talca donde más fieles esperaban la llegada de la Virgen.
Una vez allí, nuestro pastor diocesano se dirigió a todo el pueblo de Dios que estaba presente aseverando que “María nos convoca para estar disponible para Dios”, que somos servidores de la Patria, y “que la Iglesia quiere estar al servicio de una patria buena, justa y fraterna”.
Seguidamente, la Banda Instrumental del Regimiento n°16 de Talca tocó el himno nacional, para luego dar paso al tradicional baile de cueca ofrecido a nuestra Madre por el Club de Cueca Copihues Talquinos, momento muy hermoso y aplaudido por los presentes.
Desfilando para la Virgen del Carmen
Culminado este momento, monseñor Fernández dio el inicio oficial del desfile, actividad que en años anteriores por la pandemia y otros motivos no se había podido realizar, pero que este año se retomó.
Convocó como es tradicional a instituciones de ayuda social, como las Damas de Verde, las Damas de Rojo, la Damas de Gris, con sus representantes oficiales, la Pastoral de Salud del Hospital Regional de Talca, las parroquias de la Zona de Talca Ciudad con sus párrocos, diáconos y distintas comunidades, los colegios católicos con sus bandas, equipos directivos, profesores y alumnos, y por supuesto a los clubs de cuecas y de huasos.
Momento memorable para muchos, ya que se sentía la emoción en el ambiente sobre todo para los padres y apoderados que acompañaron a sus hijos en el desfile, sin duda se demostraba el orgullo y la felicidad por ser parte de este momento tan bonito en la culminación del Mes de la Patria.
Celebrando la Eucaristía
Ya como cierre para este día, y culminado el desfile, nuestro obispo invitó a los peregrinos a ingresar al templo catedral para celebrar la santa Misa. Luego de las lecturas del día, en su homilía el padre Galo expresó que “se me ensancha el corazón, ver a las familias, a los niños, a los jóvenes, rindiéndole honores a la Virgen, expresando con ello también una comunión en la historia que han vivido en su familia, en sus colegios, queriendo cultivar el amor a la Virgen y el amor a Chile como una misma cosa”.
A propósito de la celebración y del Evangelio del día, monseñor Fernández agregó que “tenemos que vivir en comunión con todos los que buscan el bien (…) pienso como los cristianos en la patria tenemos que estar disponibles a ofrecer a la patria, lo mejor que tenemos, y a unirnos en profunda comunión con todos los que se esfuerzan desde otras perspectivas, pero en la misma comunión de amar y servir al bien común”.
“Al final del mes de la Patria decimos Chile tiene una madre, la Santísima Virgen del Carmen y ella hace expresión del cuidado maternal que Dios nos ofrece y que Dios le ofrece a nuestro país, lo hemos querido expresar con esta procesión, con este desfile (…) Celebremos con alegría deseando un himno a todos los que trabajan por Chile y queriendo ofrecerle a nuestra Patria, el don precioso de un amor que no tiene límite”, finalizó nuestro pastor diocesano.
Luego del ofertorio, que incluyó una bandera chilena y un rosario que fueron colocados a los pies de la Virgen del Carmen, y entregada la comunión, el obispo entregó la bendición final y agradeció a las familias presentes por ser parte de esta tradicional celebración.