Este martes 14 de enero, la Pastoral Social de nuestra diócesis celebró una Misa en el Santuario San Francisco (Pompeya) de Talca, para agradecer a todos los equipos de pastoral social de las parroquias, colaboradores y comedores solidarios por su servicio a la comunidad.
La Eucaristía inició a las 10:00 de la mañana, y estuvo presidida por el obispo de la diócesis, monseñor Galo Fernández Villaseca y concelebrada por el padre Luis Alarcón Escárate, Vicario de Pastoral Social. Luego de las lecturas del día, nuestro pastor diocesano consultó quienes eran los grupos que habían asistido, presentándose así el comedor fraterno de la parroquia Santa Teresita, el comedor solidario de la parroquia San Alberto Hurtado, pastoral social de la comunidad Nazareth de la parroquia Inmaculada Concepción, el comedor solidario de la comunidad de Huaquén de la parroquia de Villa Prat, el comedor de la Iglesia La Merced de Curicó, el club de adultos mayores de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, la Pastoral de Movilidad Humana de Curicó, el club del adulto mayor padre Manolo Arranz, grupo de adulto mayor y comedor del Santuario Pompeya, grupo de adultos mayores de la parroquia El Sagrario, servicio de solidaridad de la parroquia Espíritu Santo, grupo de adulto mayor de la parroquia Sagrada Familia de Talca y la pastoral social de la parroquia de Pelarco.
Amar y servir
Seguidamente, el padre Galo expresó que “podríamos pensar que esta misa es para darle gracias a ustedes, a los que realizan este servicio, y yo creo no equivocarme al interpretar, que ninguno de ustedes está esperando el aplauso, ni hace esto por la gratitud, y por eso pienso que esta misa más bien la queremos hacer para dar gracias a Dios por la oportunidad de amar y servir, esa es nuestra paga ofrecer el pan cotidiano”.
“Dios ama a todos, a todas, Dios ama y acompaña y alienta la vida, especialmente de los más pobres, de aquellos que hay que ir a buscar a sus casas, visitarlos con cariño y mostrarles que ante los ojos de Dios no son olvidados. Por cierto, aparecen aquí grupos como el de los migrantes, que duro ha sido la lucha de ellos, porque las condiciones en sus países se han deteriorado especialmente por la crisis social y política, y han debido salir a buscar nuevos espacios, otros muchos por la edad y que dolor decirlo por el abandono de los suyos”.
Para finalizar, el obispo indicó “damos gracias entonces por esta vocación, damos gracias por el impulso que han sentido en el corazón todos estos hermanos, por tanta otra gente que no estando aquí, contribuye, aporta con su tiempo, con sus recursos y le pedimos al Señor que siga impulsando esta fuerza de su amor, que muestra el poder de su amor”.
Ya para el momento del ofertorio, se entregó una canasta de alimentos, simbolizando esa materia prima que necesitan y utilizan los comedores solidarios, y además unos diplomas, que posteriormente fueron entregados como reconocimiento a la hermosa labor de las personas que forman parte de estos comedores.
Comedores solidarios
Culminada la Eucaristía, se invitó a los representantes de los comedores solidarios a disfrutar de un ameno desayuno, donde también el padre Galo Fernández y el padre Luis Alarcón agradecieron el servicio entregado a tantas personas de cada comunidad. Además, se les entregó una ayuda en alimentos a cada comedor, que consistía en cajas de aceites, arroz, tallarines, salsas de tomate, lavalozas, entre otras cosas.