El obispo Galo Fernández presidió la misa con la que la Diócesis de Talca agradeció a Dios por la elección del Papa León, Santo Padre número 267 en la historia de la Iglesia.
La celebración eucarística se realizó en el templo catedral el sábado 10 de mayo. En la oportunidad el obispo de Talca afirmó que “la alegría de tener un Papa es una forma de sentir que la Iglesia se siente acompañada, protegida, por la figura del obispo de Roma, a quien la Iglesia lo reconoce como sucesor de Pedro”.
“Y resultó un pastor tan cerca nuestro. Tuvimos un Papa argentino, Francisco, ahora un Papa que tiene ciudadanía peruana. Nacido en Estados Unidos, pero de raíces y ancestros franceses, italiano, españoles y dominicanos. De algún modo, una genética migratoria y una voluntad de vivir en función del servicio y del amor. Mientras tantos presionan por ir a vivir al país del sueño americano, Robert Francis Prevost Martínez escogió salir a vivir en medio de los más pobres. También en nuestra tierra hemos tenido tantos misioneros también norteamericanos. ¡Qué justo recordar al padre José Cappel!, siervo de Dios, misionero de Maryknoll que derramó su vida en las tierras de Curepto anunciando el evangelio”.
“Todos los cálculos y estrategias se quedan chicos ante la mirada del Espíritu a la cual el cónclave de los cardenales estaba atenta (…) los cardenales seguramente se preguntaban quién era el más indicado por el Espíritu para cumplir un deber tan precioso y necesario, ser padre de todos en la Iglesia, punto de comunión, ser pastor que mantiene unido al rebaño de Jesucristo”, agregó Mons. Galo Fernández.
En un tiempo complejo y violento, con varios conflictos armados fueron muy lúcidas las primeras palabras de León XIV: “La paz esté con ustedes”.
“Y con ello ya anuncia un pontificado dedicado a ser tejedor de diálogos. Un pontificado a estar dispuesto a buscar encuentro y generar paz, una paz que desarma porque es desarmada”.
Y añadió: “No se eligió simplemente la máxima autoridad de la Iglesia, no se eligió simplemente al dirigente que tiene el poder, sino un padre a quien desde ya queremos y en quien confiamos porque pesa sobre él la promesa de Jesús, sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las llaves del reino de los cielos están puestas también en sus manos”.
El padre Galo hizo un profundo llamado a los presentes y a la comunidad diocesana a poner en las manos de Dios el pontificado de León XIV, a rezar por él y su ministerio.
Cabe señalar que en esta celebración también se hizo oración por nuestro pastor, el padre Galo Fernández, ya que estaba celebrando 11 años de su ordenación episcopal.