Un ameno encuentro sostuvieron los estudiantes beneficiados con la beca que ofrece la Fundación San Sebastián, con integrantes de esta organización y con nuestro pastor Mons. Galo Fernández.
La actividad se desarrolló en la tarde del jueves 20 de diciembre en las instalaciones del santuario San Sebastián de Talca, ubicado en la ribera poniente del río Claro.
Fue una instancia en que todos los jóvenes se presentaron, comentando lo que estudiaban y dando las gracias por el beneficio que reciben, que aunque puede parecer exiguo (35 mil pesos mensuales) para ellos es altamente valioso pues viene a paliar una serie de gastos propios por su condición de universitarios, como locomoción, fotocopias o materiales.
Mons. Fernández enfatizó que hoy la educación se ve como un derecho importante, eso permite desplegar nuestras capacidades para el bien de la sociedad. “Quien no accede a la educación quedará desprovisto de herramientas para desarrollarse. Seguramente ustedes son primera generación de sus familias con educación superior. Sin embargo, es hermoso ver que estas becas son fruto de las personas y fieles que llegan a dar algo a este santuario. Es bonito que en la vida haya regalos y dones. Esto es un hermoso sentido para lo que se está haciendo”, aseveró el obispo.
Luego, se hizo entrega de un obsequio a los estudiantes, consistente en el Evangelio 2019 con las reflexiones del Papa Francisco. La actividad concluyó con un sabroso compartir.
Hay que consignar que durante este año se entregaron mensualmente 40 becas, 33 en Talca y 7 en Curicó.
Agradecimiento de los jóvenes
Camila Salazar, egresada de kinesiología: “Independiente del aporte monetario, esto significa algo súper importante porque en los momentos que uno más lo necesita está el aporte. Por ejemplo, a mí se me olvidó por dos meses ir a buscar este dinero, pero después iba en momentos de apuro y ahí estaba la beca. También me sirvió mucho en mis pasantías que tuve que hacer en Santiago, así que fue algo fundamental principalmente en la movilización”.
Sebastián Muñoz, estudiante de ingeniería comercial: “Recibir esto es de gran significancia pues vivo solo con mi mamá. Ella tiene discapacidad visual y el aporte nos sirve bastante; su pensión no es muy grande, yo no trabajo solamente estudio. Este es el segundo año que recibo la beca. Mi mamá supo de este beneficio a través de un conocido, ya que somos habituales devotos de San Sebastián”.