El domingo 24 de marzo, la parroquia San Juan Bautista de Curicó, celebró a las 10:30 horas, el envío de un nuevo ministro para sus comunidades en la capilla San Alberto Hurtado.
Alberto Fuenzalida González de 67 años, es la persona que asumió este compromiso el pasado domingo y quien lleva más de 20 años participando en la parroquia en grupos de catequesis familiar, encuentros familiares y realizando los guiones para las misas. Además, se encuentra casado desde el año 1987 con la señora María Figueroa Morán con quien tiene 3 hijos, 2 mujeres y 1 hombre.
Al iniciar la celebración, Alberto fue presentado al Administrador Apostólico, monseñor Galo Fernández, por el párroco de la parroquia San Juan Bautista, el padre Nelson Chávez. Allí, el párroco contó un poco sobre la vida y el servicio del nuevo ministro y luego el obispo dedicó unas palabras.
“Alberto gracias por decir como Moisés, aquí estoy. Porque no te pusiste a calcular, a ver quién soy, qué capacidades tengo, sino que dijiste si Dios me llama aquí estoy. Ten por cierto que cuentas con la fuerza y la gracia que viene de Dios. En la Iglesia sabemos muy bien que todo ministerio, que todo oficio viene acompañado de una gracia”, aseveró monseñor Fernández.
Además, lo invitó siempre a pedir humildemente al Señor claridad para hacer las cosas cuando se sienta agobiado y verá la facilidad con que todo resulta: “Ofrécete así, no con soberbia porque ya aprobaste los cursos que la Iglesia te pidió hacer, porque tienes un itinerario largo de participación, no con esa soberbia de “que nadie me tiene que decir a mi nada”. Al contrario, ofrécete humildemente a servir como uno más del pueblo de Dios”.
Por último, el obispo agradeció a Alberto por haber dicho que sí, por escuchar el llamado del Señor. E invitó a todos los presentes a escuchar ese llamado también, ya que es el tiempo de una Iglesia Laical que tiene que dar frutos.
Seguidamente, el Administrador Apostólico realizó el envío del nuevo ministro y pidió a todos orar porque el servicio de este hermano en las comunidades sea fructífero y lleno de esperanzas. Luego, se le entregó el alba, como signo visible de su servicio en la comunidad cuando presida alguna celebración litúrgica, y junto con ello una cruz que tiene un significado especial para Alberto Fuenzalida.
Su esposa María Figueroa, fue la encarga de revestirlo con el alba y monseñor Fernández, le colocó la cruz, un momento que sin dudas se robó los aplausos de los asistentes a la misa de envío.
Al concluir la celebración, Alberto también dirigió unas palabras de agradecimiento a todos y sobre todo por acompañarlo en este momento y también pidió que recen por él para ser el servidor que el Señor quiere: “Yo creo que la oración nos hace grande ante el Señor y también nos hace verdaderos hermanos unos con otros. Que nos sepamos respetar, nos sepamos querer y nos sepamos perdonar, gracias”.
Un compartir en las dependencias de la capilla San Alberto Hurtado, ubicada en avenida Alessandri, fue el punto final para este envío de un nuevo ministro para la Diócesis de Talca.