A seis kilómetros desde Molina se encuentra esta localidad, que con mucho esfuerzo logró reconstruir su capilla, luego de los daños que sufrió en el terremoto del 27 de febrero de 2010.
El sábado 11 de mayo en horas de la tarde, una gran cantidad de vecinos del sector se hicieron presente en la bendición de la capilla Inmaculada Concepción de Pichingal y en la consagración del altar, ambas presididas por el padre Galo Fernández Villaseca, Administrador Apostólico de la Diócesis de Talca, en compañía del padre Mauricio Jacques Sánchez, párroco de la parroquia Nuestra Señora del Tránsito de Molina y el padre Washington Sepúlveda, Vicario Parroquial.
Nancy Gómez Araya, vecina de la comunidad y quien participa en la capilla desde hace más de 20 años, comentó que la bendición fue un momento muy hermoso que habían estado esperando con muchas ansias y que significó mucho por todo el esfuerzo que se dio para la reconstrucción de la capilla.
La emoción de Nancy fue notable al hablar de lo que significó para todos ellos ver ya el templo terminado y bendecido: “Es algo que nosotros lo hicimos, con ayuda por supuesto, pero es algo que como comunidad trabajamos juntos, empezamos de cero, pusimos la primera piedra y esto forma parte de la historia de Pichingal, y ahora nosotros formamos parte de su historia”.
También, agradeció a todos aquellos que colaboraron con materiales, aportes monetarios o cualquier granito de arena que sirvió para levantar nuevamente la capilla, así como también el apoyo espiritual enorme que les ofreció el padre Mauricio Jacques en el proceso, “fue un gran apoyo y siempre estuvo pendiente de lo que necesitábamos para ayudarnos en cualquier momento”, agregó Nancy.
La celebración culminó con un compartir en las instalaciones de la nueva capilla, donde los presentes pudieron disfrutar de un rico queque. Cabe destacar que también asistieron vecinos de las comunidades de Molina, Buena Paz, San Jorge y Romeral.