El seguir a Jesús a través de su palabra, fue el mensaje en el que se enmarcó la celebración del día del Catequista en la Diócesis de Talca, el pasado sábado 01 de junio.
En Talca, la parroquia Corazón de María, recibió desde las 10:30 horas a los acompañantes de los diferentes grupos de catequesis para iniciar las celebraciones de este día. A la entrada del templo parroquial, los integrantes del Departamento de Catequesis, colocaron un camino de huellas que llevaba hasta el altar, como símbolo del seguimiento que los catequistas hacen a la palabra del Señor y luego alzaron unos globos de colores como parte del acompañamiento que brindan a otras personas en el camino.
El padre Raúl García, Vicario de la Zona Talca Rural junto al padre Nivaldo Dos Santos, presidieron la Eucaristía. “En este día que damos gracias a Dios por el don de la fe, especialmente a través de ustedes, los catequistas que ayudan a otros a animar su fe. La fe no es un acto de magia, no es que hoy la tenga y mañana no, la fe se cultiva, se transmite y ese es el gran desafío que hoy tenemos, que lo que decimos también tenemos que vivirlo”, aseguró en su homilía el Vicario.
Así mismo, el padre Raúl los invitó a seguir transmitiendo la fe, “simplemente necesitamos hombres y mujeres convencidos de que verdaderamente Jesús vive en medio de nosotros como el resucitado y puedan también transmitir esa experiencia. Pidámosle esta gracia hoy día al Señor, que nos ayude y siga ayudando como Iglesia, como familia, como comunidad y especialmente hoy como catequistas, transmitir nuestra experiencia de Dios a otros”.
Al continuar con la celebración, los acompañantes de catequesis también pudieron pedir por todos aquellos que no estaban presentes y que también forman parte de este servicio. De igual forma, Juan Manuel Cerna, integrante del equipo del departamento de catequesis, agradeció a cada de los presentes por su servicio, su entrega y dedicación semana tras semana, y los invitó a todos a disfrutar de un rico compartir con café y tortillas de rescoldo en las inmediaciones de la parroquia.
Por otra parte, en Curicó la Eucaristía se celebró en horas de la tarde en la iglesia La Merced, con la presencia de muchos acompañantes de catequesis de las Zonas de Curicó Ciudad y Curicó Rural. El padre Rodrigo Arriagada, Vicario de estas dos zonas, presidió la misa, acompañado por el padre Nelson Chávez, director del Departamento de Catequesis. Este último fue el encargado de realizar la homilía.
“Todo el esfuerzo, todo el trabajo que muchas veces es silencioso, también lo hacen con presiones y dificultades, todo eso se lo agradecemos al Señor en la persona, en el trabajo, en la misión de cada uno de ustedes”, inició el sacerdote.
Además, el padre Nelsón Chávez, agradeció el servicio de cada uno y aseguró que Dios nos tiene un propósito y al seguir su llamado nos acercamos más a ese propósito. “Tan solo siento agradecerles, su servicio, su entrega, su generosidad y pedirle al Señor que les dé siempre sabiduría, paciencia para seguir acompañando a otros al encuentro del Señor de la vida. Muchas gracias por su presencia, por su trabajo en las parroquias, por su abnegación y que el Señor los bendiga en todas sus labores, en todas sus reuniones con los niños y con los padres”.
Ya casi finalizando la celebración se les hizo entrega de unas flores a algunas catequistas, por tantos años de servicio en la comunidad. Y de igual forma, se invitó a todos a participar en el compartir una vez que finalizó la Eucaristía.
Catequistas en su día
Verónica Henríquez, catequista desde hace más de 8 años de la parroquia San Sebastián de Talca, aseveró que para ella esta labor “significa mucho porque ayudar a las personas a encontrarse con Dios es una experiencia muy bonita y estos momentos de encuentros y celebración son necesarios”, y además envió un mensaje de ánimo a todas aquellas personas que han sentido este llamado y aún no se animan a participar, a que lo hagan sin dudarlos porque el aprendizaje y el cariño en este camino es abundante.
En el caso de José Francisco Carreño, sus hijas fueron su motivación más grande para ser catequista desde hace 5 años en la comunidad Pablo XI de la parroquia Nuestra Señora de Fátima. “Para los papás es una bonita experiencia, fortalece nuestra fe y creamos lazos con nuestros hijos muchos más fuertes a través del Señor. En esta celebración se pueden ver a padres, familias enteras, hijos. Si es ahí donde verdaderamente ves la importancia de este servicio”, aseguró.