Palabras del Administrador Apostólico de Talca, el obispo Galo Fernández Villaseca, en la celebración del Te Deum de fiestas patrias en la iglesia La Matriz de Curicó, este viernes 13 de septiembre.
Con la presencia de autoridades de la ciudad, grupos solidarios, agentes pastorales, colegios y comunidad en general, se inició esta celebración a eso de las 10:00 de la mañana. Algunos sacerdotes de las distintas parroquias de Curicó también asistieron para acompañar al padre Rodrigo Arriagada, Vicario de Curicó Ciudad y Rural, y al obispo Galo Fernández a concelebrar esta liturgia.
Luego de las lecturas del día, el padre Galo inició su homilía saludando a todos los presentes, agradeciendo su presencia e invitándolos a celebrar juntos el amor a la patria.
“Hoy quisiéramos también darle gracias a Dios por el don de la patria, y a todos aquellos que contribuyen a la construcción de ella. Pero a veces nos preguntamos ¿qué es la patria? Es ciertamente un hermoso territorio, sí, pero también es mucho más. Una rica y loca geografía, pero acompañada por un pueblo que ha ido tejiendo una historia con desencuentros y con esfuerzos grandes de reencuentros y colaboración”, agregó el Administrador Apostólico.
A su vez, el padre Galo destacó la participación que tiene cada ciudadano, en especial las autoridades, en la construcción de un mejor país: “La patria se teje en eso, pensando en un bien común, que es superior al bien individual. La búsqueda que muchas veces exige la capacidad de renuncia, la capacidad de diálogo, de escucha, al que tiene una posición distinta. No estamos llamados a la confrontación, sino a la complementación”.
Como parte del desafío de construir un futuro mejor para nosotros y para las generaciones que venga, el obispo mencionó el cuidado de la casa común, el cuidado de nuestra tierra y por ende también de nuestro planeta.
“Vivimos en el contexto de una crisis climática de nivel planetario y que nos convoca, que no nos deja al margen de lo que otros puedan hacer. Nos llama a revisarnos de los usos que hacemos de los medios de la Tierra y descubrir que ella no está para explotarla, sino para cuidarla y que el daño que le hacemos también nos lo hacemos a nosotros mismos”.
Para finalizar su homilía, el obispo también indicó que debemos tomar en cuenta a los excluidos, a los descartados, que también son parte de esta patria y que hicieron historia en ella, como los adultos mayores. Y recordó a los hermanos migrantes que han llegado a esta tierra buscando un nuevo hogar, una nueva patria.
“En otro tiempo de nuestro país tantos salieron a buscar un lugar donde vivir con dignidad, hoy nos toca acogerlos, en este mundo globalizado, donde las consecuencias climáticas nos recuerdan que somos parte de un mismo planeta. Como cristianos la frontera no es un muro protector, es un lugar de encuentro. Vamos a construir esta patria como tierra de hermanos”.
Llegado el momento del ofertorio, algunos alumnos de colegios y migrantes hicieron entrega de árboles nativos, que posteriormente fueron obsequiados a las autoridades que estaban presentes, entre ellos el alcalde de Curicó, Javier Muñoz Riquelme. Esto con el objetivo de que posteriormente sean plantados en diferentes puntos de la ciudad, para el cuidado de la casa común.
Ya casi finalizando la celebración, se hicieron algunas oraciones por el país y luego se cantó el himno nacional como es tradición. Seguidamente se invitó a todos a disfrutar de un hermoso pie de cueca en la entrada del templo a cargo del grupo folclórico “Huaso González”, para dar punto y final a este Te Deum en Curicó.