Muchas emociones se pudieron evidenciar el pasado sábado 05 de octubre en la bendición de la capilla Nuestra Señora del Rosario en los Condominios Lircay, ubicada en 21 Norte con 7 Oriente, en Talca.
Más de 30 jóvenes de Trabajo País, viajaron desde Santiago el invierno pasado para construir este templo que había sido un sueño desde hace tiempo para la comunidad de ese sector, la cual pertenece a la parroquia San Alberto Hurtado. Y este sábado pudieron estar presentes algunos de ellos para la bendición, la cual estuvo a cargo del Administrador Apostólico, el padre Galo Fernández, en compañía del párroco, el padre Carlos Campos.
A las 17:00 horas sonaron las campanas para dar inicio a esta celebración, que llenó por completo la capilla. Claudia Miño, representante de la comunidad fue la encargada de dar la bienvenida a todos los presentes y dar palabras de agradecimiento que conmovieron a más de uno.
“Sepan que lo logrado hasta ahora es un verdadero milagro de fe, milagro que se empezó a forjar como todas las cosas de Dios, con la oración de los más sencillos. Este peregrinar de la fe empezó hace 10 años, y hace 5 años nos dedicamos todos los viernes a rezar el rosario que fue de casa en casa junto a nuestra querida Madre Santísima, y estos últimos días en nuestra querida capilla con la tenue luz de una linterna; las misas festivas se celebraban en plazas y en nuestras casas, esos son los verdaderos cimientos y por ello el nombre de la comunidad, Nuestra Señora del Rosario”, aseveró Claudia.
De igual forma, agradeció a todas las personas que colaboraron con un granito de arena para ver en pie “este milagro” y deseó se convierta en un espacio de encuentro de la comunidad.
A partir de allí se inició la celebración eucarística y al momento de la homilía, el padre Galo Fernández, indicó que él también se sentía muy emocionado por ver este sueño cumplido de la comunidad, en manos de estos jóvenes que llegaron sin saber lo que se iban a llevar de esta bonita experiencia.
“Cada cosa, cada tabla, pienso en los que trabajaron y me remonto hasta más atrás, en aquellos que lo soñaron, los que se reunían en torno al Señor, los que desearon construir Iglesia y que sus hijos crecieran de la mano de Dios. Y aquí estamos, la historia de ese entretejido de cariño y dedicación, que cada uno guardará en su corazón para toda la vida”.
Continuando con la Misa, el obispo bendijo el agua con la que posteriormente se rociaron las paredes de la capilla y a las personas presentes, y luego se bendijo el altar que fue adornado por miembros de la comunidad. Los jóvenes de Trabajo País participaron en el ofertorio.
Finalizando esta Eucaristía, se les hizo entrega a todos los que asistieron de un rosario como recuerdo de este día y se les invitó a disfrutar de un rico compartir a un costado de la capilla, para así dar punto y final a este encuentro en el sector de Condominios Lircay.