Desde el jueves 09 de enero iniciaron las colonias de verano de esta parroquia, las cuales estuvieron dirigidas a niños de la población Carlos González y también niños migrantes de la ciudad. Hasta el domingo 12 se extendieron las actividades.
La Pastoral Juvenil de la parroquia organiza estas colonias de verano desde hace 5 años y tuvieron muy buena receptividad por parte de los niños que han participado. Este año se inscribieron más de 50 niños, los cuales asistieron durante 4 días al Colegio Villa El Culenar, donde se realizaron casi todas las actividades.
La hermana Carolina Reveco, asesor adulto de la pastoral y de las colonias, comentó que la parroquia y los jóvenes vieron la necesidad de brindarles espacios a los niños de las comunidades más vulnerables sobre todo en la época de verano.
“En un principio hicimos colonias-misiones, alojábamos aquí en el colegio El Culenar y después ya nos separamos, las colonias de las misiones. Y así lo hemos ido desarrollando desde hace 5 años, en distintas perspectivas, como por ejemplo este año que nos conseguimos la alimentación con Junaeb, los otros años teníamos que cocinar, hacer las comisiones con los jóvenes y dividir mejor el tiempo”, agregó la religiosa.
Por otra parte, Francisco Zúñiga y Alejandra Sánchez coordinares de las colonias, informaron que en este año se sumaron más de 25 jóvenes para ser parte del grupo de “tíos” que ayudan en el trabajo con los niños.
“Francisco y yo participamos desde hace 3 años y este año nos tocó coordinar. En años anteriores éramos parte de los tíos que se encargaban de los niños, y de verdad para nosotros es algo muy importante brindarles a ellos unos días de entretención, pero sobre todo acercarlos al tema de la evangelización. Siempre me interesó participar porque los niños son el futuro y si uno puede aportar algo para que ellos sean mejores personas”, aseveró Alejandra.
En cuanto al sentir de los niños que participaron este año en las colonias, Francisco expresó que “la población Carlos González tiene una situación difícil, y estos niños viven en un ambiente a veces turbulento, y nosotros lo entendemos y tratamos de conversar con ellos, inculcándoles valores positivos. A pesar de que son pocos días, ellos agradecen nuestra labor y eso se nota al final de cada día. Actualmente hay un joven que participó en las primeras ediciones y después se acercó a la parroquia para ser parte de las colonias como tío, esas cosas nos llenan mucho de alegría”.
Dentro de las actividades que realizaron en los cuatro días, estuvieron clases de zumba, talleres de pintura y reciclaje, prácticas de fútbol, entre otros. Ya para el último día, la hermana Carolina informó que los niños pudieron disfrutar de un día de piscina, gracias a la Municipalidad del Maule, quienes les facilitaron el uso de la piscina municipal, y además realizaron una completada para cerrar con buen pie estas colonias de verano.