La Eucaristía de toma de posesión se celebró en la tarde del domingo 12 de enero, siendo presidida por el obispo Galo Fernández Villaseca, Administrador Apostólico de Talca.
La comunidad parroquial se reunió para acoger a su nuevo pastor, quien fue acompañado por sacerdotes de su congregación Sagrada Familia de Nazaret, diáconos y ministros enviados. Tras la procesión de entrada se leyó el decreto respectivo de nombramiento del padre Benjamín Montenegro Vásquez, como párroco de la parroquia Fátima de Talca. Luego el religioso efectuó profesión de fe y promesa de fidelidad a la Iglesia.
En la homilía el obispo Galo Fernández recordó como hace unas semanas se había despedido al padre Nivaldo Dos Santos, quien retornó a Brasil luego de varios años de misión en Chile. “Ahora estamos aquí para instituir de forma oficial al padre Benjamín como nuevo párroco de esta comunidad. Cada sacerdote en el tiempo que le toca pastorear va marcando con rasgos particulares; los sacerdotes no son iguales, tienen caracteres distintos, capacidades y limitaciones distintas, pero cada uno va aportando a la comunidad algo de su riqueza y me atrevo a decir que cada sacerdote se enriquece con lo que aprende en el tiempo que le toca servir”.
“Al padre Benjamín ustedes ya lo conocen porque ha estado vinculado al colegio y también ha ejercido el ministerio. Queremos acoger y agradecer a él la disponibilidad para asumir esta misión de párroco con apertura a la obra de Dios”, mencionó el obispo.
“Hoy celebramos el bautismo del Señor, en cierta medida esta celebración anticipa lo que será la cruz. Vemos a un Jesús humilde que pide ser bautizado por Juan (…) me parece que hay algo hermoso para quien ejerce un oficio pastoral como párroco porque lo invita a vivir con la humildad de Jesucristo, con la humildad de ponerse al mismo nivel de todos”, destacó el padre Galo.
Concluida la homilía el padre Benjamín recibió de manos del obispo las llaves del tabernáculo y la casulla, signos de su nueva responsabilidad de párroco.
En el momento del ofertorio representantes de cada una de las comunidades que conforman la parroquia de Fátima llevaron sus cruces o imágenes de sus patronos, como gesto de comunión. Además, se presentó el pan y el vino.
Antes de finalizar esta celebración eucarística, el nuevo párroco de Fátima aseguró que este encargo pastoral lo asumía con humildad confiando en la misericordia de Dios.
“Le pido a Dios y a ustedes que me acompañen con la oración, para que así hagamos presente al Señor en cada celebración y en cada comportamiento que tengamos, en los grandes eventos, en las circunstancias especiales, en las grandes fiestas, pero principalmente en lo cotidiano de todos los días, en lo sencillo, ahí habrá que hacer gran trabajo. Doy gracias a Dios porque a Él se le ocurrió pensar en uno, debemos confiar plenamente en Dios”, agregó el sacerdote piamartino.
Tras la Misa se realizó un compartir en los salones de la parroquia de Fátima, donde la comunidad pudo expresar su cariño al padre Benjamín Montenegro.