En la eucaristía celebrada en el templo catedral al mediodía de este jueves 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, el obispo de Talca dio gracias a Dios por su ministerio sacerdotal.
La misa fue concelebrada por los padres Marcelo Díaz y Pedro Castillo. En la homilía nuestro pastor diocesano aseveró que María de Guadalupe no solo es patrona de México, sino de toda América Latina, ya que ese es el origen de la evangelización en nuestro continente.
“El año es 1531 muy al comienzo de la gesta evangelizadora y conquistadora, usamos las dos palabras, una gesta controvertida podríamos decir sin duda pues trajo la maravilla del don de la fe, pero también a veces empañada en las torpezas del corazón humano. Pero María de Guadalupe marca algo sorprendente que fue tremendamente importante en el proceso de la evangelización”.
“María se presenta con un rostro mestizo, indígena, moreno, María se presenta cercana. María escoge a un indiecito, Juan Diego, humilde, sencillo, que ya estaba en una actitud de apertura, de disposición al don de la fe que habían traído españoles y sacerdotes. Juan Diego, modelo de la vida cristiana se asemeja a la actitud de María que leemos hoy en el texto de la Visitación, uno de los textos más leídos en distintos momentos de la liturgia, que marca esos momentos iniciales de María después de la Anunciación. Inmediatamente atenta, disponible, que sale al encuentro de su prima Isabel que vivía una historia semejante, y ahí expresa el precioso cántico: Mi alma canta la grandeza del Señor porque se ha fijado en la humildad de su esclava”, sostuvo el padre Galo.
Mons. Fernández agregó: “Hago mía estas palabras de la Virgen para agradecer el regalo que el Señor me ha confiado en un ministerio que es amplio, exigente; hoy día celebro 37 años de sacerdocio la mayor parte de ellos como sacerdote en Santiago y los últimos años ya ejerciendo el ministerio de episcopal aquí en Talca. Agradezco a todos el apoyo, el cariño, y le pido a Dios que me ilumine y me ayude para poder continuar ejerciendo con los mismos rasgos de la Virgen: humildad, disponibilidad y cercanía en el servicio”.
Antes de la bendición final el padre Marcelo Díaz, a nombre de la comunidad parroquial de El Sagrario, hizo entrega de un obsequio a nuestro obispo Galo Fernández.