El 5 de marzo celebramos el Miércoles de Ceniza con una eucaristía en el templo catedral de Talca, a las 20:00 horas. Misa que fue presidida por nuestro obispo, monseñor Galo Fernández.
Luego de las lecturas del día, nuestro pastor expresó en su homilía que este debe ser un tiempo de oración y apertura con el Señor: “Los 40 días del tiempo cuaresmal tienen esa memoria, el tiempo de Jesús en el desierto. Y a su vez, ese tiempo tiene la memoria del pueblo de Israel en su camino de liberación en el desierto, 40 años. Son tiempos que están marcados por estos tres elementos que hemos leído en el evangelio, oración, ayuno y limosna”.
“Ante todo oración, ante todo que sea un tiempo de apertura y de escucha del Señor. No es fácil en un mundo que estamos tan rodeados de bulla”.
Así mismo, monseñor Fernández aseveró que debemos buscar el tiempo para la oración, el ayuno y la limosna.
“De algún modo todo está entrelazado porque el mismo Señor nos ha hecho presente que él se identifica con los últimos, con los pobres, con los que tienen hambre, sed, que están desnudos, que están enfermos, en la cárcel, con los migrantes. Que nuestra penitencia si es en beneficio de nuestro Señor, tiene que ir en beneficio de ellos. Un gesto sencillo, nos imponemos ceniza como un gesto de que queremos empezar este camino y vivirlo con honestidad, con verdad”.
Seguidamente, el obispo Galo Fernández bendijo las cenizas para después realizar la imposición de las mismas a los fieles presentes como recuerdo de lo que somos con las palabras “Polvo eres y al polvo volverás”, realidad a la que estamos llamados a meditar en este tiempo.
Después de la comunión, se culminó la celebración eucarística con la bendición entregada por nuestro pastor diocesano.