Continuando la formación que se inició en enero de este año, se realizó un nuevo encuentro este sábado 15 de marzo de forma presencial tanto en Curicó como en Talca, con una participación de más de 80 catequistas en total.
En Curicó la formación para nuevos catequistas se llevó a cabo en la iglesia La Merced, desde las 09:30 hasta las12:30 horas. Y en Talca en el Liceo Bicentenario de Excelencia Santa Marta, desde las 15:30 hasta las 18:30 horas. El padre José Maldonado, director diocesano del Departamento de Catequesis, aseveró que fue una buena jornada, donde los catequistas pudieron volver a conectar con ese llamado de Dios para este servicio.
“Estamos muy contentos de este encuentro presencial porque el tema es la experiencia de Dios, un tiempo para reencontrarse con uno mismo, con Dios que ha estado presente en nuestra historia y poder compartirlo unos con otros y eso nos anima como agentes pastorales y como catequistas”.
“En esta ocasión vimos los primeros tres temas de ‘La dimensión del ser’, de la formación del catequista: ‘Soy amado’, reconocer que Dios me ama, luego ‘Soy llamado’ que ese amor no se queda ahí, sino que encuentra causa y camino en la Iglesia, en la invitación de un sacerdote, de una religiosa, la necesidad de la comunidad, y luego ‘Soy enviado’.
Sobre el desarrollo de la formación presencial, el presbítero indicó que “lo dividimos en un momento de reflexión personal, del encuentro con Dios, un momento de compartir también las distintas maneras en que Dios nos llama y después un momento final de envío y de oración para hacer la iglesia en salida que Dios nos está pidiendo hoy día”.
Así mismo, informó que se va a continuar los días martes de manera online, donde se van a repetir los temas que se dieron en enero del curso de formación básica para aquellos que se integraron ahora, y así puedan vivir su formación completa y de igual forma se van a dar los otros dos temas de prevención y de metodología que son parte también de este curso.
Un llamado de Dios
Entre los catequistas que asistieron a esta formación, se encuentran Marisela López y Guillermo Abarca de la parroquia de San Rafael.
“Para nosotros es una experiencia bien potente, somos responsables de una comunidad, y estos espacios de formación son bien bonitos, donde se nos permite descubrir también otras experiencias de otros catequistas. Los caminos de Dios son tan misteriosos, llevamos más de 8 años apoyando la catequesis de nuestra parroquia y engranando a las personas que llegan a nuestra comunidad, y para eso también se necesitan herramientas”.
Otra catequista presente, fue María Paz González de la parroquia San José de Duao, quien aseveró que esto es una experiencia positiva para todos los que desarrollan este servicio en sus parroquias.
“Ha sido una formación muy bonita, si nosotros no nos formamos en corazón y mente, no podemos formar en corazón y mente a los niños, adolescentes o adultos que tengamos en la catequesis. Lo que más me ha gustado de esta formación es volver a encontrarme con mi yo más pequeña, que entró por primera vez a la parroquia, el porqué lo hice, el volver a atrás y encontrarle de nuevo el sentido a esto”.