En su fiesta patronal este miércoles 19 de marzo, esta parroquia de Talca Rural vivió una jornada de celebración donde además se bendijo el templo reconstruido, luego de meses de arduo trabajo.
La celebración inició a las 19:00 horas con una hermosa procesión con la imagen de San José desde el sector Villa Los Nogales, allí acompañaron el obispo de la Diócesis de Talca, Mons. Galo Fernández, miembros de la comunidad, autoridades, huasos a caballos y familias enteras. La procesión culminó al llegar al templo, donde se llenó por completo quedando algunos fieles de pie.
Como primer momento nuestro pastor diocesano roció agua bendita a los muros de la reconstruida parroquia, y a los fieles presentes también, para así realizar la bendición del templo. Ya después de las lecturas del día, el padre Galo expresó en su homilía que no podíamos perder esta fiesta de San José, para inaugurar y celebrar este hito.
“Nos encomendamos a San José y hemos peregrinado para dar gracias porque el Señor no nos abandona, ha sido fiel, ha acompañado en un largo peregrinar a la comunidad, y se ha logrado finalmente por lo menos restablecer lo central del antiguo templo. Y damos gracias al Señor”.
“San José, padre adoptivo de Jesús, esposo de María, carpintero, artesano, hombre trabajador. Es bueno tenerlo presente para dar gracias por las manos de los albañiles y todos los que han trabajado con sus manos en esta obra. Dar gracias también por todos los que contribuyeron con recursos de distintas maneras, por todos los que apoyaron el proyecto para que se hiciera realidad. Un templo es de estos modos como un hogar, un templo donde la familia de Dios se reúne”.
Para culminar sus palabras, el obispo aseveró que “el restablecer el templo sea también un resurgir de la comunidad cristiana. El resurgir de los jóvenes que se confirman, de los niños que son bautizados, de los niños que se educan para recibir el cuerpo de Cristo, de la familia entera que quiere seguir el camino de Jesús”.
En pie después de 15 años
Ya luego de la comunión, el diácono Francisco Ferrada, encargado pastoral de la parroquia, agradeció a todos los que hicieron posible poner en pie el templo nuevamente, luego de que se derrumbara en el terremoto del 2010.
“La fe siempre tiene un objetivo real y se presenta en estos signos, en el cual nos podemos sentir en casa porque somos todos hermanos. Quisiera agradecer a tantas personas, son tantos los que han podido estar acá desde cuando comenzamos este sueño, que después de 15 años en el suelo ponernos de pie. Agradecer a Oscar Videla, que es el arquitecto que nos acompañó durante todo el proceso, también agradecer a quienes nos acompañaron en los momentos difíciles, a Felipe Martínez por orientarnos, agradecer a la comunidad del Liceo Agrícola María Auxiliadora, y por supuesto agradecer a todos ustedes que les hemos llegado al corazón, han sabido dar religiosamente para que salga adelante esta construcción”.
La celebración culminó con un hermoso pie de cueca en el patio de la parroquia, y también con un compartir para toda la comunidad presente.