La mañana de este jueves 4 de diciembre, a partir de las 10:00 horas, se realizó en el salón Carlos González del CFT San Agustín, la entrega oficial de los proyectos adjudicados en la Campaña Cuaresma de Fraternidad 2025.
Este año, el llamado de la campaña fue a impulsar iniciativas orientadas a los adultos mayores, especialmente aquellos que viven situaciones de soledad, enfermedad o vulnerabilidad. Representantes de parroquias y comunidades de toda la diócesis se reunieron para recibir los recursos y compartir sus experiencias.
Durante la ceremonia, el obispo de la diócesis, monseñor Galo Fernández, destacó la importancia de que esta práctica ya sea una tradición pastoral profundamente arraigada en la diócesis. “Lo hermoso de esta experiencia es que es fruto de un trabajo para recaudar el dinero, en donde participa toda la diócesis, y que permite favorecer especialmente a comunidades que están en sectores más vulnerables (…) Esta vez el foco se ha puesto más en los adultos mayores, nosotros como Iglesia queremos mirarlos con cariño y declararlos bienaventurados, porque nos ofrecen una mirada distinta de la vida y tenemos mucho que aprender de ellos”.
El pastor agradeció el incremento y diversidad de los proyectos, valorando su impacto comunitario: “Aquí la Iglesia pone una cantidad estrecha para todo el proyecto, pero con la ayuda de Dios y ustedes esto se va a multiplicar en beneficio de estos hermanos”.
Por su parte, el padre Luis Alarcón Escárate, Vicario de Pastoral Social, entregó detalles sobre el proceso de postulación y financiamiento.
“Los proyectos que vamos a presentar en unos minutos más nos hablan de entrega de alimentos, insumos médicos para mejorar la calidad de vida, talleres, paseo y diversas actividades recreativas también. Todas iniciativas pensadas en dar una mano amiga a las personas mayores, custodios de nuestra memoria histórica.”
“Les quiero contar que llegaron 87 proyectos y son 51 parroquias. Y fuera de plazo llegaron tres cuando ya se había definido todo y decidimos buscar recursos de alguna parte, por lo menos que uno de esos tres proyectos que llegaron fuera de plazo recibiera un aporte (…) Cada uno de los proyectos, serían 88 los proyectos que financiamos, pero 87 con el fondo, 51 de ellos reciben 300.000 pesos, que es el fondo con el cual mandamos las bases, y los otros 30 y algo, decidimos hacer un aporte para que nadie se quedara sin recibir financiamiento de este trabajo que se ha realizado”.
Testimonios desde las comunidades
Las comunidades presentes valoraron profundamente el aporte recibido y la oportunidad de fortalecer el acompañamiento a sus adultos mayores.
Gabriela Peñaloza, de la comunidad Cristo Buen Pastor de la parroquia San Policarpo de La Huerta, compartió su experiencia: "Nosotros dedicamos el proyecto a darle una once a los adultos mayores. Ya lo hemos hecho antes y vimos en sus caras la alegría... Estar entre ellos, con quienes compartieron su infancia o juventud, les hace un bien enorme, porque muchos están muy solos y les cuesta salir". Señaló que el proyecto será ejecutado en conjunto con otras cuatro comunidades, como parte de un trabajo pastoral ya consolidado.
Desde la parroquia de Pencahue, Jenny Ramírez, de la capilla Santa Teresa de Los Andes de Los Cristales, expresó su emoción por participar por primera vez: "Es primer año que postulamos y estamos felices. No sabíamos que existían estos proyectos y cuando supimos que habíamos sido beneficiados fue una alegría inmensa (…) nuestro proyecto se llama Cajas Solidarias para Adultos Mayores, especialmente pensado para personas con movilidad reducida o postradas. Vamos a preparar cajas con lo que realmente necesitan: alimentos, útiles de aseo, o pañales si es el caso. Queremos que reciban lo mejor”, agregó.
Tras la entrega de los proyectos, las comunidades compartieron un momento fraterno, signo de la comunión y esperanza que anima a seguir construyendo una Iglesia cercana, que acompaña y dignifica a sus adultos mayores.
