El primer domingo de Adviento se celebró el pasado 03 de diciembre en la Catedral de Talca y monseñor Horacio Valenzuela Abarca invitó a todos los presentes a buscar seguir creciendo en un ambiente de armonía familiar.
Con el simbólico encendido de la Corona de Adviento se inició la celebración alrededor de las 12:15 horas, acto que indica además el comienzo de un nuevo año litúrgico en la Iglesia Católica, donde se conmemora el misterio de Cristo.
Así lo indicó el Obispo de Talca, monseñor Horacio Valenzuela Abarca al inicio de su homilía; “Durante todo el año vamos siguiendo los pasos de Jesús, para que cada uno de nosotros pueda renovar su vida contemplándolo, escuchando su palabra, cuidando su figura, adorando su presencia. Todos los años el Señor nos da una nueva oportunidad, comenzar de nuevo a recorrer el misterio de Cristo, desde el nacimiento que celebraremos al final del Adviento, hasta su regreso glorioso, hasta Cristo Rey”.
También recordó el evangelio del día, animando a todos a escuchar desde el corazón el llamado de nuestro Padre, “Tú puedes ser mejor de lo que eres, cuánta gente se beneficiaría si tú fueras mejor persona. Hay tanta gente que espera tanto de nosotros, actitudes, bondades, paciencia, ternura de Cristo. Hay que estar atentos, no quedarnos dormidos”.
Al finalizar la Eucaristía se bendijo a todas aquellas madres y futuras madres presentes, momento emotivo para las familias donde se reflejó la fe viva y además representaba esa esperanza por la vida que está por nacer.
De igual forma, integrantes de la Juventud Católica (JUC) de la parroquia El Sagrario recibieron la Primera Comunión y otros tantos realizaron su Confirmación, en compañía de sus padrinos, para así finalizar esta hermosa celebración.